APRENDIENDO A VIVIR SIN ESTRÉS
Diariamente nos enfrentamos a un mundo globalizado, de
constante cambio y mucha presión en las diferentes áreas de nuestra vida
diaria, así como en el trabajo, en los
estudios, en nuestras casas, etc., donde
demandan el 100 % de sus capacidades y habilidades en un tiempo corto,
para realizar actividades diversas, es así que algunos pueden lograrlo, pero hay otro grupo
que no, y este grupo son que sufren el llamado Stress, que es un conjunto de
fenómenos que se suceden en el organismo
de una persona con la participación de los agentes
estresantes lesivos derivados directamente del trabajo, estudios o casa, o que con motivo de este, pueden afectar la
salud de la persona, por esta razón se
ha visto en la necesidad de brindar una serie de recomendaciones para manejar
nuestro Estrés del día día, que a continuación le mostraremos:
- Compartir con alguien
cualquier situación estresante. Si lo asaltan en la calle no se
guarde este sentimiento de miedo, cuénteselo a un pariente o amigo, porque
aquellos que transmiten sus emociones padecen menos un tipo de estrés.
- Haga un esfuerzo de
entender a otras personas y otras costumbres. Le permitirá adaptarse
mucho mejor a las situaciones estresante.
- Rechace los
pensamientos negativos y sustitúyalos por pensamientos positivos.
- Resuelva los problemas
en el momento en que se le presenten, no permita que se acumulen.
- Mantenga una nutrición
adecuada, pues el organismo debe estar preparado para el gasto
adicional de energía que genera una situación de estrés.
- La buena alimentación
es la base de una vida saludable y vital. Por el contrario, los hábitos
inadecuados en la dieta diaria no solo contribuyen al estrés sino que, muchas
veces, pueden causarlo.
-
Consumir con moderación bebidas que contengan cafeína, como el té, el café y las gaseosas,
y evitar los excesos con el chocolate y el cacao.
-
No saltear comidas y respetar los horarios.
Desatender esta recomendación puede
contribuir a la aparición de síntomas de hipoglucemia, como dolores de cabeza,
ansiedad, temblores, mareos y palpitaciones.
- Con solo 30 minutos de
ejercicio diario, se reduce el estrés muscular y se mejor
notablemente el ánimo.
- De a su cuerpo y a su
mente la oportunidad de relajarse para disminuir la ansiedad y la tensión muscular, sobre
todo en situaciones de presión, como:
-
A poner el cuerpo en movimiento.
-
Al respetar alguna rutina que ponga el cuerpo en
movimiento, entre otras cosas, se queman calorías, se reduce el riesgo de
padecer enfermedades cardiovasculares, se mejora el humor y se frena el proceso de envejecimiento.
-
Sentado o acostado, cierre los ojos. Inspire profundamente por la nariz y
exhale el aire por la boca.
-
Respire profundamente y afloje las mandíbulas
dejando la boca entreabierta.
-
Vuelva a tomar aire profundamente y deje caer los
hombros.
-
Una nueva inspiración profunda y abra las manos.
-
Inspire profundamente, retenga el aire mientras
cuenta hasta cinco y vuelva a exhalar por la boca.
-
Repita este ultimo paso al menos cinco veces
- Ante una situación
agobiante en el trabajo, una buena opción es levantarse y realizar
una caminata (mínima) por la oficina. Caminar
es una buena manera para inspirar
y exhalar y, así, descargar ansiedades y peleas.
-
Muchas veces, somos nosotros mismos quienes
generamos situaciones de estrés, al incluir y comprometernos con actividades
que nos exceden, tanto en nuestra capacidad como en nuestra disponibilidad
horaria.
-
Al tomar compromisos excesivos, que nos obligan a
hacer demasiadas cosas a la vez, estamos sacrificando nuestra salud.
-
Es fundamental atreverse a decir que “no”. Esto
implica un gesto de autoconocimiento y
de respeto por nosotros mismos y por los demás.
- Cuando el tiempo se
convierte en tirano: Una efectiva administración de nuestro tiempo es
uno de los enfoques claves para un dominio eficaz del estrés.
-
Establezca prioridades. Haga una lista de
objetivos de primera, segunda y tercera importancia.
-
Evalué el tiempo requerido para cada tarea, sin
olvidarse de que muchas veces subestimamos horarios y compromisos.
-
Sea realista y tenga una reserva de tiempo para
las cosas no previstas.
-
Aprenda a delegar y a pedir mas ayuda.
- Al organizar la agenda
o los compromisos, no se olvide de
reservar un tiempo para usted.