TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Se entiende como trastornos alimenticios a aquella
enfermedad causada por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso
corporal y el aspecto físico, relacionada con la alteración de los hábitos
alimenticios. Además, tenemos que considerar los factores de riesgo (es aquello
que incrementa la probabilidad de contraer una enfermedad o condición) en la
que se encuentran las personas ante los trastornos alimenticios, los cuales
suelen ser perjudiciales. Como por ejemplo:
Sexo:
Las mujeres son más propensas de adquirir trastornos alimenticios en
comparación con los hombres.
Factores Socioeconómicos:
Las personas que viven en países económicamente desarrollados tienen un riesgo
más alto de desarrollar trastornos alimenticios.
Edad:
La frecuencia en trastornos alimenticios es en las niñas y mujeres jóvenes
entre los 12 y 25 años de edad, aunque pueden ocurrir en niños y adultos
mayores.
Atletas y Ciertas Profesiones:
Los atletas, como bailarines, jinetes, gimnastas,
corredores, luchadores y porristas tienden a estar en riesgo más alto de
trastornos alimenticios, ya que los entrenadores fomentan la delgadez para
lograr una ventaja competitiva. Así también, hay un riesgo más alto de
trastornos alimenticios en modelos, actrices, artistas y personas de alta
sociedad.
Pubertad Temprana:
Las niñas en la pubertad desarrollan físicamente más rápido
que sus pares y tienen un incremento en la grasa corporal normal, y por ello
restringen su consumo de alimentos.
Factores de la Personalidad:
Las personas con trastornos alimenticios tienden a ser
perfeccionistas que tienen expectativas altas de sí mismas y de otras personas.
A su vez, tienen baja autoestima y problemas de identidad y tienen pensamientos
dicotómicos. Ellas también tienen temer a la crítica, evitar la sexualidad, o
actuar impulsivamente.
Trastornos Emocionales:
Las personas que tienen depresión, trastorno
obsesivo-compulsivo y trastornos de ansiedad tienen mayor riesgo de desarrollar
un trastorno alimenticio.
Influencias Familiares:
Las influencias negativas dentro de una familia pueden
desempeñar una función en los trastornos alimenticios. Algunos estudios
sugieren que los trastornos alimenticios son más frecuentes en personas en
quienes uno o ambos padres son sobreprotectores, imparciales, críticos,
rígidos, o inefectivos para resolver conflictos.
Una
persona podría tener mayor riesgo de desarrollar un trastorno alimenticio si
tiene padres que tengan trastornos psiquiátricos o que abusen del alcohol u
otras sustancias adictivas. Investigación sugiere que las hijas de madres que
tienen un historial de trastornos alimenticios podrían estar en riesgo más alto
de un trastorno alimenticio. Los trastornos alimenticios también son más
comunes en familias en las que existe presión para ser delgados.
Presiones
Sociales y Culturales
Los
estándares de belleza en la cultura occidental se enfocan en la juventud y
delgadez. Constantemente se representan imágenes de personas delgadas, bellas,
exitosas en los medios de comunicación. Estas y otras presiones, como las
presiones por compañeros obsesionados con la apariencia y parejas románticas,
conllevan a índices más altos de trastornos alimenticios en personas en la
cultura occidental.
Historial
de Abuso Sexual
Un
historial de abuso sexual es común en mujeres con trastornos alimenticios,
especialmente en aquellas con bulimia. Estudios han encontrado que los índices
de abuso sexual son tan altos como del 35% en mujeres con bulimia.
Entre los tipos que existen:
Ø La
Anorexia Nerviosa.
Las personas con este trastorno rechazan mantener un peso corporal mínimo y
desean estar en un peso extremadamente bajo para su edad, altura y
constitución. Comienzan a dejar de comer, hacen régimen y, pese a que están muy
delgadas, intentan seguir perdiendo peso. Tienen tal terror a la gordura, que
la comida y el peso se convierten en el centro de todas las
preocupaciones.
Para alcanzar ese bajo peso, los pacientes pueden hacer regímenes
muy severos, vomitar, utilizar laxantes o diuréticos, y hacer ejercicio físico
de manera excesiva.
Afecta a un 1% de la población (en la población adolescente
esta proporción es mayor) y mayoritariamente a mujeres. Las edades de inicio
más frecuentes suelen estar entre los 14 y 18 años.
Ø La
Bulimia Nerviosa:
El aspecto central de este trastorno es la presencia de atracones.
Un atracón se define por dos características:
1. -Un consumo rápido de gran cantidad de comida en un
periodo corto de tiempo.
2. - La persona tiene la sensación de haber perdido el
control ante esta comida (o sea, sentir que uno no puede parar de comer o
controlar qué y cuánto se come).
Los atracones van seguidos de sentimientos de culpa,
vergüenza, fracaso, ansiedad y una desagradable sensación de plenitud. Como la
persona teme engordar, intenta eliminar estos sentimientos provocándose
vómitos, utilizando laxantes, diuréticos o dejando de comer durante varios
días. Estas conductas de compensación producen graves consecuencias tanto
fisiológicas como psicológicas.
Estos atracones son vividos por el paciente como algo muy
desagradable, algo que no puede controlar, que domina todas sus vivencias y que
le suele llevar a la desesperación.
Afecta entre 1-3% de la población y mayoritariamente a
mujeres. Las edades de inicio más frecuente suelen ser los 18 y 22 años.
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